En el mundo del branding, el poder de una marca radica en su capacidad para conectar con el público y establecer una relación significativa con sus consumidores. Una marca exitosa va más allá de un simple logotipo o un producto, es un conjunto de elementos que trabajan de forma armoniosa para transmitir un propósito, fomentar una cultura de marca y crear una comunidad en torno a su identidad. En el artículo de hoy, veremos cómo los propósitos, las personas y los símbolos juegan un papel crucial en la comunicación y la puesta en marcha de una marca.
Propósitos: La fuerza motriz de una marca
El propósito es la esencia que impulsa una marca y le da sentido. Cuando tienes claro cuál es tu propósito como marca, puedes llegar mejor a tus clientes. Tienes una ventaja sobre tu comunicación y puedes optimizar esfuerzos y caminos. No solo se trata de vender productos o servicios, sino de crear un impacto positivo en la vida de los consumidores y en la sociedad en general. Un propósito auténtico y significativo genera una conexión emocional con el público, ya que los consumidores se identifican con los valores y creencias que la marca representa. Empresas como Patagonia, con su compromiso con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente, ejemplifican cómo un propósito bien articulado puede ir más allá del simple acto de comprar y convertirse en una forma de vida.
Personas, cultura de marca y comunidad: El poder de la identidad compartida
Las personas son uno de los componentes más importantes de una marca. Desde los fundadores hasta los trabajadores y consumidores, cada una de estas partes interconectadas conforman la cultura de marca y ayudan a dar vida a la identidad de la marca. Una cultura de marca fuerte fomenta una relación de confianza y fidelidad con los clientes, puesto que les hace sentir parte de una comunidad. Involucrar a los empleados en el propósito y los valores de la compañía puede motivarles a ser los mejores defensores.
Una marca que promueve el empoderamiento de sus clientes, como Nike, demuestra cómo la conexión con las personas puede conducir a un éxito que perdura en el tiempo. Recordemos su campaña del año 2018, que por el 30 aniversario del “Just do it” fichó a Colin Kaepernick con lema de “Cree en algo. Incluso si esto significa sacrificarlo todo”. Fue una campaña muy criticada, que incluso provocó un intento de boicot en la marca, pero el tiempo demostró que ser fieles a su propósito había sido un acierto. El mensaje de lucha y perseverancia logró un gran apoyo a la causa. Esto demuestra cómo la conexión con las personas puede conducir a un éxito que perdura en el tiempo.
Símbolos, comunicación y puesta en marcha: El lenguaje visual de la marca
Los símbolos son una parte crucial en la comunicación de la marca, puesto que ofrecen una manera potente y eficaz de transmitir la identidad y los valores de una marca sin palabras.
Un logo distintivo, una paleta de colores única o una iconografía representativa pueden ser elementos clave en la construcción de la identidad visual de la marca.
El estilo de comunicación de una marca es el tono y el lenguaje que utiliza para conectarse con su público. Debe ser coherente con la personalidad de la marca y debe establecer una conexión emocional con los consumidores. Puede ser serio y profesional, divertido y joven, o incluso provocador y atrevido, dependiendo del público objetivo y los valores de la marca.
La narrativa de la marca o storytelling es la historia o el relato que una marca usa para comunicar su identidad, valores y misión a sus públicos. Debe ser auténtica, coherente y convincente. Ayuda a conectar emocionalmente con los consumidores y establecer una relación más profunda.
Así pues, entender la marca como conjunto es un concepto que destaca la importancia de considerar varios elementos para construir una identidad de marca fuerte y significativa. Esta construcción implica tener claros los propósitos de la marca, que son los cimientos que guían todas sus acciones.
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