El diseño gráfico editorial es un trabajo muy especializado, no hay muchos estudios que se dediquen a hacer portadas de libros… Para nosotros, es un trabajo muy gratificante: es una mezcla de marketing, intuición, creatividad y gusto por la tipografía. En este pequeño artículo os damos algunos trucos sobre cómo diseñar una buena portada de libro.
Primer paso: identifica qué tipo de portada te han encargado
El mercado editorial es un mercado de consumo. En Cèl·lula nos gusta pensar que estamos diseñando un packaging para una historia. En este sentido, es muy importante identificar qué clase de producto estamos diseñando. No es lo mismo diseñar una novela histórica, una policíaca o un libro de autoayuda. Haciendo un símil con el mercado de la alimentación, no es lo mismo diseñar la etiqueta de un yogur para gran consumo que la de un producto ecológico.
Es el momento de preguntar. Normalmente, las editoriales tienen muy claro a quién se dirigen y cómo. Pero, si no nos lo dicen, preguntamos. Conocer qué esperan de nuestro trabajo es la clave del éxito.
Truco: Lo primero que hacemos en el estudio es analizar las portadas de los libros que ya ha publicado la editorial; de esa manera identificamos su estilo y el tono que les han dado. Una vez hecho esto, buscamos portadas del mismo género en sitios como Google o Pinterest y las guardamos; con ello identificamos las características propias del género. Por ejemplo, un libro de autoayuda acostumbra a ser tipográfico, o a llevar alguna ilustración conceptual; una novela histórica suele mostrar un paisaje que evoca una historia… Guárdate esas búsquedas, las necesitarás.
Segundo paso: haz bocetos de la portada del libro
Antes de lanzarnos a la búsqueda de imágenes, pensamos acerca de los conceptos o imágenes que pueden transmitir el ambiente del libro y los dibujamos. Son unos dibujos simples, que nos ayudan a aclarar nuestras ideas.
Truco: Atrévete a hacer sumas de imágenes, restas, fotomontajes… Los resultados suelen ser espectaculares.
Tercer paso: busca imágenes para diseñar tu portada de libro
Con los dos primeros pasos ya hemos hecho casi todo el trabajo. Ahora es el momento de encontrar esas imágenes. Nosotros trabajamos con bancos de imágenes, ilustradores, fotógrafos… De todos modos, no perdemos de vista que muchas veces la tipografía o el lettering son suficientes para lograr un diseño de portada de libro que funcione.
Truco: Presta atención a todo el proceso, desde los bocetos del ilustrador hasta las respuestas del buscador de imágenes. A menudo el buscador responde de una forma maravillosa y el azar te proporciona soluciones espectaculares. Por ejemplo, en El baile de la corrupción, buscábamos gaviotas y el banco de imágenes nos brindó una magnífica imagen de excrementos en una lona; ¡el motor de búsqueda nos facilitó el trabajo enormemente!
Cuarto paso: compara tu trabajo
Cuando estamos convencidos de nuestro trabajo, es momento de comparar. Una buena opción es colocar nuestra flamante portada al lado de las búsquedas del truco del primer paso. Así analizamos si tiene el tono de la editorial y del género. Si la portada creada luce entre las otras y está en el registro, ¡adelante, pasa al quinto paso!
Quinto paso: entrega del trabajo y diálogo con la editorial
Este es un momento crucial: nadie conoce mejor lo que necesita que nuestro cliente. Después de entregar nuestro diseño de la portada del libro, nos toca escuchar. Los editores y directores de arte siempre aportan correcciones valiosas. Es el momento de escuchar, interpretar sus propuestas y ejecutar los cambios.
Truco: Lee entre líneas. Cuando desde una editorial te indican cambios, las órdenes no son siempre explícitas. Hay veces en que simplemente no se sienten cómodos con los diseños propuestos pero no saben explicar por qué. Si nos fijamos bien e interpretamos sus palabras, seguro que encontraremos lo que buscan.